Zúrich, Suiza

La FIFA, la entidad que regula el fútbol a nivel mundial, ha prestado a varias administraciones públicas de Suiza, incluidos municipios y cantones, decenas de millones de euros desde 2018 a condiciones muy ventajosas con respecto a las del mercado en ese momento, según una investigación de la radio-televisión pública suiza (RTS).

Entre los prestatarios se encuentran las administraciones municipales de las ciudades de Ginebra, Lausana y Berna, así como el cantón de Neuchatel, que habrían utilizado los servicios de una plataforma financiera en línea que conecta directamente a las entidades que buscan un préstamo con los prestamistas, difundió hoy el medio de prensa.

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Entre los primeros se encuentran colectividades públicas o empresas, mientras que en el segundo grupo están bancos, compañías de seguros, fondos de pensiones, entidades privadas, entre otros.

De acuerdo a las informaciones, por ese medio la ciudad de Lausana recibió del organismo deportivo 40 millones de francos, Ginebra, 150 millones de francos; y el cantón de Neuchatel, 100 millones de francos; aunque se precisa que esta cantidades representan en realidad apenas una fracción de sus préstamos a corto plazo.

Otras administraciones que recibieron dinero prestado de la FIFA han sido las ciudades de Friburgo, Chaux-de-Fonds, Winterthur y Frauenfeld, según la RTS.

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Los fondos con los que cuenta la FIFA son muy importantes. Sus ingresos son el resultado de la venta de derechos de televisión (el 56 % del total, según las últimas cifras oficiales), así como de derechos de marketing, de licencias, de auspicios y venta de tickets, principalmente.

Según los datos comunicados por el organismo en noviembre pasado, sus ingresos en el ciclo presupuestario 2019-2022 fueron 7.200 millones de dólares y prevé un aumento considerable para el próximo (2023-2006), por algo más de 10.300 millones de euros.

Varios representantes de las entidades solicitantes de los préstamos indicaron al medio de prensa que las condiciones financieras que ofrecía la FIFA eran muy atractivas, sin interés ni costes adicionales, mientras que otros indicaron que necesitaban financiación en francos suizos y de entidades sujetas a la jurisdicción suiza, donde la FIFA tiene su sede.