Los azulgrana juegan el partido que decide el éxito o el fracaso europeo. ¿La tercera será la vencida?

Italia

El Barcelona se encuentra en Italia para confirmar su papel de favorito ante la Roma y asegurar el boleto para las semifinales de la Champions por primera vez en tres años. Recordemos que la Juventus y Atlético de Madrid lo eliminaron en los cuartos de final de las dos últimas temporadas.

El 4-1 del partido de ida ofrece las mejores expectativas, por más que el entrenador se muestra cauto. Oculta disimuladamente su preocupación ante la imagen de un equipo que no redondea sus últimos partidos como sería deseable.

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El Barça ha hecho de la solidez y el oficio su mejor carta de presentación, a la que acompaña la figura de Lionel Messi para solventar cualquier problema. El argentino resucitó al equipo en Sevilla y le catapultó ante el Leganés, manteniéndose a la expectativa en el duelo contra los de Di Francesco, condenados en el Camp Nou por su candidez y fragilidad en el área.

Con las únicas ausencias de Digne (lesionado) y Coutinho (que no puede jugar en Champions tras haber participado ya con el Liverpool), Valverde decidió llevarse al resto de la plantilla. Solo se mantiene en duda la participación de Sergio Busquets que no jugó frente al Leganés tras resentirse de su lesión en el partido de ida.

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Presente en los cuartos de final de manera continuada desde 2008, el Barça tiene todos los números para romper esa barrera ante la que chocó en las dos últimas campañas. En busca del preciado triplete, la Ciudad Eterna es la siguiente parada de un equipo que se sabe enfrentado, ya de manera incuestionable, a la hora de la verdad de la temporada.