La capital italiana recibirá la cita europea

Roma, Italia

La UEFA ha confirmado a Roma como sede de la Eurocopa después de que haber recibido por parte de la Federación Italiana de Fútbol la confirmación de su Gobierno de que los partidos programados en el Estadio Olímpico de Roma se celebrarán con al menos el 25 % del aforo.

«Los aficionados con entradas para los partidos en Roma deben tener en cuenta que no se concederán exenciones a las restricciones de viaje que estarán en vigor en ese momento para las personas que lleguen desde fuera de Italia’, agrega la UEFA.

Por otro lado, los partidos de la Eurocopa-2020, aplazada al próximo verano boreal (11 junio-11 julio), que se disputen en Roma lo harán en un Estadio Olímpico lleno «al menos un 25%» de su capacidad, anunció este martes la Federación Italiana de Fútbol (FIGC).

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Por el momento los eventos deportivos se desarrollan sin público en Italia. Pero el país tenía una gran presión por parte de la UEFA, que busca que todos los partidos de la competición continental se disputen con espectadores.

El presidente de la FIGC Gabriele Gravina anunció en un comunicado haber recibido una carta de la secretaria de Estado para el Deporte Valentina Vezzali informándole de que «al menos un 25% del público» estará autorizado en las gradas del Estadio Olímpico.

«El acuerdo del gobierno para que el público esté presente en los partidos de la Eurocopa 2020 en Roma es una noticia fantástica que vamos a transmitir inmediatamente a la UEFA», añadió.

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Un portavoz de la ministra de Deportes confirmó la información a la AFP. La Eurocopa-2020, aplazada por la pandemia de covid-19, debe disputarse en 12 ciudades de 12 países.

Roma recibirá el partido de apertura, entre Turquía e Italia, que además disputará allí sus duelos de la primera fase ante Suiza y Gales. También se jugará un cuartos de final.

La UEFA avisó a las sedes que no podían celebrarse partidos a puerta cerrada. En caso de no poder recibir espectadores, los duelos serían deslocalizados. En marzo el presidente de la UEFA, Aleksander Ceferin, dejó claro que no quería una Eurocopa «ante gradas vacías».