Inglaterra

Con un gol en propia meta de Joachim Andersen y con un tanto de penalti de Rúben Neves, el Wolverhampton ganó 2-0 al Crystal Palace, se asentó en la zona tranquila de la Premier League y se alejó a nueve puntos de las posiciones de descenso que actualmente marca el Everton con un partido menos.

Derrotado el pasado fin de semana por el Leicester (2-1), el Wolverhampton necesitaba regresar a la buena racha de tres partidos sin perder que se dejó por el camino. Se enfrentaba a un rival en forma y que encadenaba una serie de tres derrotas y un empate con la que había conseguido desentenderse de la zona de abajo.

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El equipo dirigido por Julen Lopetegui tenía la oportunidad de igualar a su rival en la tabla e inició el camino hacia la victoria con un tanto en propia meta de Andersen en la primera parte. En un córner lanzado por el Wolves, el jugador del Crystal Palace se introdujo la pelota en su portería y dejó en bandeja los tres puntos a su rival.

El Crystal Palace se lanzó a por el empate y fue Eberechi Eze, sin fortuna, el más insistente. A la media hora, se encontró con una gran parada de José Sá, que también frenó en la segunda parte al centrocampista inglés con una mano providencial que salvó a su equipo del empate.

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Al final, con la fortuna del tanto de Andersen, con la buena actuación de José Sá y con un tanto de penalti de Neves en el tiempo añadido, el Wolves sumó tres puntos de oro con los que podrá acostarse más tranquilo sin preocuparse en exceso de las posiciones de Championship.