Madrid, España

El presidente de la Federación Española de Fútbol (RFEF), Luis Rubiales, aseguró que «no voy a dimitir» por el beso a la jugadora Jenni Hermoso en el Mundial, en una asamblea federativa, en la que pidió disculpas por su comportamiento.

«No voy a dimitir, no voy a dimitir», dijo Rubiales en la Asamblea, ante la que pidió «perdón sin paliativos» por su comportamiento en el palco de autoridades en la final del Mundial y su posterior beso a Hermoso, que calificó de «espontáneo, mutuo, eufórico y consentido».

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«Esta es la clave, fue consentido», aseguró Rubiales, quien argumentó que, tras abrazarse con la jugadora, le dijo «has estado fantástica y sin ti no hubiéramos ganado este Mundial, me contestó eres un crak, le dije un piquito, y dijo vale».

El presidente de la RFEF comparó el beso con el que le daría a una hija suya: «no hay deseo y no hay posición de dominio».

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«¿Un pico consentido es para sacarme de aquí?», se preguntó Rubiales, asegurando que va a defenderse, tras haber sido el blanco de críticas y peticiones de dimisión por su acción desde todos los ámbitos de la sociedad, a lo largo de la semana.

«Se está ejecutando un asesinato social. A mí. Se me está tratando de matar», insistió Rubiales.