La FIFA, máxima entidad del fútbol a nivel global, ha declarado pérdidas de 350 millones de dólares, más de un billón de pesos, registradas en el 2016.
Según el ente, el saldo en rojo se produjo por la aprobación de una nueva norma contable, las investigaciones adelantadas a distintos dirigentes asociados y las inversiones innecesarias en un hotel y un museo que nunca entraron en función.
«Se tuvo que hacer frente a varios gastos imprevistos, a costos judiciales relacionados con investigaciones en curso por las autoridades suizas y estadounidenses», así como a los «gastos de organización del Congreso Electivo Extraordinario de febrero de 2016», señaló Gianni Infantino, presidente de la FIFA.
Para este 2017, la entidad espera recaudar más de 100 millones de euros en ganancias.