Con goles de Casemiro e Isco, el elenco de Zidane se impuso ante los de Mourinho
Skopie, Republica de Macedonia
Después de una pretemporada marcada por las críticas debido a su incapacidad para ganar en el tiempo reglamentario ninguno de los cuatro amistosos que había disputado, el equipo de Zinedine Zidane ha vuelto a demostrar que es letal en su hábitat natural, las finales.
Desde su derrota frente a Boca Juniors en la Intercontinental de 2000, el conjunto de Chamartín había logrado diez victorias en las diez últimas finales que había disputado. Así, los blancos habían tenido tiempo para sumar cuatro Ligas de Campeones, tres Supercopas de Europa, dos Mundiales de clubes y una Copa Intercontinental.
El Real Madrid revalida el título de campeón de Supercopa de Europa, la cuarta de su historia. El conjunto de Zidane fue muy superior al Manchester United. Casemiro abrió el marcador en el primer tiempo e Isco amplió la cuenta en la segunda mitad y Lukaku recortó distancias para los de Mourinho.
Con Isco manejando los tiempos y Bale exprimiendo su físico por las bandas. Y con la llegada por sorpresa de Casemiro. El brasileño no estaba entre los hombres a marcar por los defensores del United y apareció dos veces de cara al gol. En la primera, la pelota dio en el travesaño y en la segunda rompió la línea de fondo y definió cruzado al 1-0.
El segundo gol, a los 7 minutos del complemento, fue consecuencia de la superioridad. Una pared perfecta entre Isco y Bale, que el español definió con clase ante la cobertura de De Gea.
A los 17 minutos, Matic sacó un fuerte derechazo desde la medialuna que hizo exigir a Keylor Navas. El costarricense dejó un rebote corto, que aprovechó Lukaku y puso el 2-1.
A falta de ocho minutos entró Cristiano y el Madrid empezó así a bajar la persiana. A festejar un nuevo título. A extender una era sensacional bajo el mando de Zinedine Zidane, que hilvanó cinco victorias en las cinco competencias internacionales que disputó: dos Ligas de Campeones, dos Supercopa de Europa y el Mundial de Clubes.
