Los acusados enfrentan sentencias de al menos 10 años, por corromper el fútbol y aceptar sobornos millonarios

Nueva York, Estados Unidos

Los expresidentes de fútbol de Brasil y Paraguay, José Maria Marin y Juan Ángel Napout, condenados por corrupción al aceptar millonarios sobornos, reclamaron ser absueltos de todos los cargos o al menos un nuevo juicio.

Un jurado de Nueva York declaró culpables el 22 de diciembre a los dos exjerarcas sudamericanos, que fueron inmediatamente encarcelados tras un proceso de siete semanas que develó los oscuros manejos del fútbol mundial.

Napout, de 59 años, expresidente del fútbol de Paraguay y extitular de la Conmebol, fue condenado por tres de los cinco cargos que enfrentaba: conspiración de crimen organizado y fraudes bancarios. Fue absuelto de lavado de dinero.

Vea además: Así se despedirá Mascherano del Barcelona

«La evidencia presentada en el juicio por el gobierno fue insuficiente para justificar sus condenas», dijeron los abogados de Marin.

Su defensa asegura que la fiscalía «nunca mostró que Marin participó o acordó participar en un acuerdo quid pro quo» en relación a la Copa Libertadores, la Copa de Brasil y la Copa América. Aunque haya aceptado pagos, no hay pruebas de que acordó explícitamente otorgar contratos a cambio.

Le interesa también: ¿Jugará Mbappé ante el Madrid?

Los abogados de Napout piden asimismo la absolución de su cliente porque aseguran que la fiscalía fracasó en presentar suficiente evidencia, por ejemplo en relación al daño que los supuestos sobornos causaron o habrían causado a la FIFA o la Conmebol.

También exigen un nuevo juicio porque aseguran que el principal testigo del gobierno, el empresario deportivo Alejandro Burzaco, mintió al jurado cuando dijo que viajó a Asunción en octubre de 2014 para discutir el esquema de sobornos con Napout y la defensa no halló registros aéreos o migratorios de su entrada o salida de Paraguay.

Solo fueron juzgados Napout, Marín y el exjefe del fútbol peruano Manuel Burga. Los tres fueron los únicos que se declararon inocentes tras su extradición a Estados Unidos. Burga fue absuelto el 26 de diciembre por el mismo jurado que condenó a los dos primeros.