Esto gracias al éxito del partido amistoso que sostuvieron ambas selecciones

Arabia Saudita

El rey saudí, Salman bin Abdelaziz, prometió regalar a Irak un estadio de fútbol. Así se lo hizo saber, mediante una llamada telefónica, al primer ministro, Haidar al Abadi.

El regalo saudí está motivado por el «éxito» del partido amistoso disputado la semana pasada entre las selecciones de ambos países en Basora, sur de Irak. Este fue el primer encuentro entre ambos países vecinos en 39 años.

El monarca saudí expresó su alegría por el éxito del partido amistoso. Aclaró también que es una buena ocasión para regalar un campo de fútbol a Irak y para renovar la colaboración y el trabajo entre ambos países.

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Al Abadi agradeció «esta generosa iniciativa». Subrayó que «hubo gran interacción del público», lo que es algo «sano y positivo». La organización del partido, celebrado el 28 de febrero, fue una iniciativa saudí para presionar a favor del levantamiento del veto impuesto a Irak por la FIFA en los años 90.

La Fifa decidirá el 16 de marzo si retira o no la sanción impuesta desde los años 90. Misma que fue levantada por un corto periodo de tiempo en 2012, por la oleada de violencia en Irak.

Los únicos estadios autorizados para albergar partidos amistosos son los de Basora, Erbil (norte) y Kerbala (centro).

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Al margen del fútbol, ambos responsables abordaron reforzar la cooperación entre los dos países vecinos. El rey saudí expresó el apoyo de Arabia Saudí a la reconstrucción de Irak tras la conclusión de la guerra contra el grupo terrorista Estado Islámico (EI).

Ambos países han protagonizado un acercamiento diplomático progresivo desde el año pasado, cuando regresó el embajador saudí a Riad, retirado tras el derrocamiento de Sadam Husein en 2003.