Los tres goles en el primer tiempo fueron suficientes para que los ‘Reds’ demostraran su jerarquía de la Champions

 

Liverpool, Inglaterra

Otro partido más en el que la posesión sirvió para nada. Al final, el dueño de la intensidad y de la claridad es el que termina goleando. Así lo hizo el Liverpool, cuya sangre europea estuvo apagada por su ausencia del torneo en varios periodos. Pero la mano de Klopp lo alumbra todo y hace de los ‘Reds’ un equipo avasallador.

También los errores defensivos de los citizens fueron claves. El primer tanto llega por un despiste de Firminho que ya había recuperado el balón pero se tardó en sacarlo, se lo puntearon y quedó solo Salah para abrir el marcador.

Ante la inoperatividad de la posesión de los de Guardiola, llegaba la contundencia de los locales. Chamberlain recibió en la frontal del área y lanzó un misil al ángulo. Era el 2 a 0 y el Anfiel era una auténtica locura.

Sané apareció poco, y del otro lado era Mané el determinante. Salah, se las arregló para centrar con la intensidad que le caracteriza y encontró al senegalés que martilló para el tercero del encuentro.

En la segunda parte hubo polémica. Un gol anulado por un fuera de juego bastante dudoso que pudo haber equilibrado un poco la eliminatoria.