Los merengues dejan muy encarrilada su clasificación para los octavos de la Copa del Rey

España

Tuvo que llegar la Copa del Rey al Santiago Bernabéu para darle una mínima tregua a la crisis que sufre el Real Madrid. Se impuso con claridad el equipo de Solari al Leganés (3-0), y puso pie y medio en los cuartos de final de la competición copera.

No arrancó nada bien el equipo merengue, de nuevo incapaz de imponerse, como queriendo jugar de nuevo a la peligrosa ruleta. Esta vez, le sonrió la suerte. Jugó con ella en una primera mitad en la que Braithwaite, refuerzo invernal de los de Pellegrino, amenazó a Keylor en unas cuantas ocasiones.

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No atinó ninguna y se mostró solvente el tico pese a los meses de ausencia. Siguió despistado el Madrid hasta que al borde del descanso Gil Manzano señaló un dudoso penalti de Gumbau sobre Odriozola. No intervino el VAR, de nuevo a debate en esta acción y otra anterior entre el lateral y Tarín, y no falló Ramos.

Tras el descanso desapareció el Leganés y se asentó el Madrid. Sin mucho brillo, dominó la pelota y generó peligro para golear el plantel de Solari. Lucas, a pase de Vinicius, hizo el segundo tras un error de Bustinza y el brasileño puso la guinda con un certero remate de primeras a centro de Odriozola. Con la faena finiquitada, Solari dio paso a Isco y después a Brahim, que apenas se mostró en su estreno. A días de visitar al Betis, el Madrid coge aire en la Copa.