Roma, Italia

El seleccionador italiano de fútbol, Roberto Mancini, aseguró que con la muerte de Gianluca Vialli, fallecido este viernes a los 58 años en un hospital de Londres por un cáncer de páncreas que padecía desde hace cinco años, pierde a «un hermano» y que seguía esperando «un milagro».

«Es una gran pérdida, para mí, para su familia en primer lugar y para todo el fútbol italiano. Pierdo un hermano, esperaba un milagro», dijo Mancini al día siguiente de la muerte de su «gemelo» Vialli en una entrevista realizada y difundida por la Federación Italiana de fútbol (FIGC) .

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Vialli, uno de los futbolistas, dirigentes y entrenadores más importantes del «calcio» en la década de los noventa, tuvo que dejar su cargo de jefe de la delegación de la selección italiana el pasado 14 de diciembre debido a la enfermedad.

.»Nos veíamos, hablábamos, bromeábamos, siempre estaba de buen humor y eso me levantaba un poco el ánimo», declaró el seleccionador azzurro. «Nuestra relación era de gran respeto, cariño, amistad. Luca era la alegría y debe ser recordado de esa manera», añadió Mancini.

LA FIGC ha convocado un minuto de silencio en señal de duelo al inicio de todos los partidos del fin de semana.

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Nacido en Cremona (norte), Vialli, delantero centro, comenzó su carrera en el Cremonese en 1980 y tras cuatro temporadas fichó por el Sampdoria (1984), equipo en el que coincidió con Mancini, con quien forjó una amistad que traspasó los terrenos de juego e hicieron historia al ganar el único ‘Scudetto’ (1991) que atesora el club genovés en su palmarés, tres Copas de Italia (1985, 88 y 89) y una Supercopa de Italia (1991).

En 2019 volvió a encontrar a su amigo Roberto Mancini, cuando fue nombrado jefe de la delegación de la selección italiana con la que dos años más tarde levantó la Eurocopa en 2020.

El abrazo entre ambos al termino de la final y cuando ambos sabían de la enfermedad fue uno de los momentos más emocionantes del fútbol italiano de los últimos años.