Belgrano, Buenos Aires

El estadio Más Monumental recibió algo más que un partido de fútbol: una fiesta nacional producto del hecho cultural más grande del país. Todo comenzó temprano con diversos shows, homenajes y emociones, y tuvo su momento cumbre cuando Argentina le ganó a los canaleros.

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La Scaloneta festejó su título mundial ante su público, pero le costó más de lo esperado torcer la férrea defensa panameña. El primer tiempo parecía ser un festival, y poco a poco todos se fueron dando cuenta el rival no vino a Buenos Aires a pasear.

Lo más peligroso del conjunto argentino fueron tiros libres de su estrella Lionel Messi que pegaron en el travesaño, se fueron cerca y otros atajó el arquero.

Recién al 77′ logró ponerse en ventaja, fue gracias a la capacidad del capitán para sus remates de tiro libre y de Thiago Almada para tomar el rebote. El desahogo fue total, porque aunque los centroamericanos no habían presentado ningún peligro, todo parecía indicar que la noche podría terminar sin gritos sagrados.

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Si bien la victoria ya estaba en el bolsillo, faltaba algo: el gol del máximo ídolo. A los 44′ del epílogo tomó la pelota, se hizo cargo de la falta y con su pie que parece un guante la colgó al ángulo. Además, llegó a su gol 800 como futbolista profesional.

La fiesta seguirá este lunes en Paraguay, cuando CONMEBOL los homenajee en el sorteo de la Copa Libertadores, y el martes en Santiago del Estero cuando se enfrenten a Curazao.