Lisboa, Portugal

La Fiscalía portuguesa ha acusado de corrupción a un empresario deportivo por supuestamente intentar sobornar a jugadores para beneficiar al Benfica.

La Fiscalía acusa al empresario, identificado por la prensa local como César Boaventura, de tres delitos de corrupción activa y uno de corrupción activa en grado de tentativa por hechos que se remontan a la temporada 2015-2016, informó hoy un comunicado de la institución.

Boaventura habría contactado con cuatro futbolistas para que «a cambio de una contraprestación económica o contractual, tuviesen una actuación deportiva contraria a los intereses de sus propios equipos» para beneficiar al Benfica.

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Los jugadores militaban en Rio Ave y Marítimo y se enfrentaron en dos partidos de la Liga portuguesa contra el Benfica, que se impuso a ambos equipos y terminó proclamándose campeón.

La Fiscalía exige además que el empresario pague al Estado luso una indemnización de 480.000 euros.

César Boaventura ha expresado su «plena confianza en la justicia» en un mensaje colgado en Facebook. Este caso se suma a una larga lista de escándalos que han salpicado al fútbol portugués recientemente.

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A primeros de marzo, la Fiscalía ordenó registros en varios puntos del país ante la sospecha de un presunto uso ilegítimo de dinero perteneciente al Santa Clara.

Además, acusó a la Sociedad Anónima Deportiva (SAD) del Benfica y a algunos de sus antiguos dirigentes -y uno actual- de fraude fiscal, por una trama de supuestos pagos a una empresa por servicios ficticios.

Incluso sospecha que un partido de 2018 pudo estar amañado y que los lisboetas adquirieron a un jugador de sus rivales como «contrapartida».