Mánchester, Inglaterra

Lo del Sevilla en la Europa League no tiene tiene ninguna explicación posible. Los hispalenses son los reyes de la competición y parecen contar con una especie de inmortalidad en ella. Al Sevilla en la Europa League hay que matarlo y rematarlo, y es lo que no hizo el Manchester United. Los «Red Devils» dominaron a placer durante ochenta minutos, pero terminaron pidiendo la hora para evitar la derrota (2-2).

Los dos goles tempraneros de Sabitzer parecían haber encarrilado la eliminatoria. Los mancuanianos pudieron incluso aumentar la renta en la segunda parte, pero le perdonó la vida al Sevilla. Y a un hexacampeón nunca se le puede perdonar. Malacia y Maguire, con dos tantos en propia puerta, cambiaron el destino de un partido loco que deja el cruce completamente abierto para la vuelta.

Un Manchester United arrollador desde el inicio

El Manchester United fue un vendaval desde el comienzo del partido. Antes de cumplirse el primer minuto, los mancuanianos ya habían encontrado la red de Bono. Afortunadamente para los hispalenses, Sancho, el ejecutor, se encontraba en fuera de juego.

El gol anulado fue solo el preludio de lo que llegaría después. Dos zarpazos idénticos de Sabitzer ponían contra las cuerdas a los de Mendilibar con solo veinte minutos de juego. En el primero, Bruno asistió al austriaco, que recibió en el área para batir a Bono con la zurda.

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El segundo llegó tras un contragolpe. Martial se aprovechó de un error de Nianzou y lo hizo todo. El francés oteó el horizonte, condujo y asistió a Sabitzer que, de nuevo solo ante Bono, anotó el segundo.

El centrocampista, de dulce, estuvo a punto de completar su hat-trick pasada la media hora. El Sevilla estaba noqueado y no se atisbaba reacción alguna. Solo Nianzou a la salida de un córner pudo estrenar los guantes de De Gea en la primera mitad.

Los ingleses perdonan y aparece la mística europea del Sevilla

El guion de la segunda parte no varió un ápice. Además, al festival mancuniano se iban sumando aún más protagonistas. Antony se adueñó del protagonismo que habían atesorado Martial y Sabitzer y el tercero parecía cuestión de tiempo. El brasileño, en su jugada clásica, rompió a Marcao y probó suerte con su mítico disparo de rosca. Por fortuna para los andaluces, el cuero se estrelló en la madera. En ese momento, el propio United se dio cuenta de que había dejado vivo al Sevilla.

En el minuto 80, pocos vaticinaban lo que estaba a punto de suceder. El United dominaba a placer y el tercer tanto mancuaniano parecía más cerca que el primero hispalense. Pero estamos en Europa. Y estamos en la competición del Sevilla. Esa en la que los hispalenses sobreviven, nadie sabe cómo, y en la que parecen gozar de inmunidad.

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En el 84′, un balón que parecía que no iba a ningún lugar terminó en los pies de Navas. El centro del andaluz pegó en Malacia y despistó a De Gea, que no pudo sacar el cuero. El gol espoleó a los hispalenses y bloqueó al United. La lesión de Lisandro dejó a los ‘Red Devils’ con diez hombres y el Sevilla apretó el acelerador. Un nuevo centro encontró la cabeza de En-Nesyri. El remate del marroquí golpeó en la cabeza de Maguire y volvió a despistar a De Gea, que no pudo hacer nada para detener el cuero.

Un empate tan heroico como inexplicable que deja la eliminatoria con todo por decidirse. El Sánchez-Pizjuán, que volverá a ser una caldera, dictará sentencia.