Estados Unidos

Novak Djokovic volvió el lunes al Abierto de Estados Unidos con una aplastante victoria que le aseguró retomar el número uno de la ATP, en el cierre de la primera jornada en Nueva York que vivió otro brillante estreno de Iga Swiatek y varias sorpresas.

Tras un año de ausencia por su negativa a vacunarse contra el coronavirus, Djokovic machacó al francés Alexandre Muller (número 84 de la ATP) por 6-0, 6-2 y 6-3 en una hora y 34 minutos de juego.

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El astro serbio, que en su carrera ocupó la cima de la ATP por un récord de 389 semanas, le volvió a arrebatar esta posición al español Carlos Alcaraz, el mayor rival en su camino hacia su título 24 de Grand Slam.

Siguiéndose de reojo con Alcaraz, que debuta el martes frente al alemán Dominik Koepfer, Djokovic volverá a la pista el miércoles para enfrentar en la segunda ronda al español Bernabé Zapata, número 76 del ranking mundial.

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Cerca de las once de la noche del lunes, Djokovic fue recibido con una enorme ovación en la pista Arthur Ashe de Flushing Meadows (23 mil asientos), la mayor del mundo, donde se encontraban personalidades como el expresidente Barack Obama y su esposa, Michelle.

«Sabía que podía comenzar el partido tarde pero estaba emocionado de volver a esta pista», aseguró Djokovic. «Fueron un par de años sin estar aquí y siempre es un placer y un honor jugar ante ustedes».

«Todos saben en el mundo del tenis que las sesiones nocturnas en Arthur Ashe son sin duda las más emocionantes, divertidas, ruidosas y energéticas que se pueden tener», dijo después ante la prensa.

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Recibido con gritos de «Welcome back, Novak» (Bienvenido de nuevo, Novak), Djokovic no tuvo piedad de un rival que debutaba en el cuadro principal del US Open.

El serbio dio así el primer paso hacia su objetivo de conquistar su cuarto trofeo del US Open y aumentar su distancia con Rafael Nadal (22 títulos de Grand Slam) en la carrera histórica por los trofeos grandes.