Estambul, Turquía

El Galatasaray salvó el empate (2-2) con dos goles casi seguidos en los últimos minutos y evitó la sorpresa del Copenhague, que con un jugador menos no pudo salvar un triunfo que parecía tener en la mano.

Cuando mejor habían sido los locales, los daneses aprovecharon su única oportunidad para adelantarse. Cuando el Galatasaray parecía perdido y sin reacción, hizo dos tantos sobresalientes que evitan un desastroso inicio en Liga de Campeones

En una primera parte igualada, fue el Galatasaray el que estuvo más cerca del gol, con tres ocasiones muy claras. La presión turca creaba problemas al Copenhague en la salida de balón. Así nacieron las mejores oportunidades locales.

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El Copenhague sufría por momentos, también amenazaba en alguna buena combinación, sobre todo por la izquierda, pero le faltaba remate. En una de sus mejores aproximaciones, Jelert colgó al segundo palo, Lerager le ganó a los defensas turcos y su dejada al medio del área la reventó a la red Elyounoussi ante la pasividad de la zaga local.

Mertens, el mejor del Galatasaray en ataque, tuvo el empate en un cabezazo que se fue cerca del palo, antes de que Larsson cerrara el primer tiempo con un tiro bien detenido por Muslera.

Se esperaba un vendaval turco en la segunda parte, pero el Copenhague no se inmutó y empezó a mover la pelota con sentido ante la impaciencia del rival y del público, acercándose cada vez más a la portería contraria.

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Gonçalves avisó con un tiro que se fue alto por poco y, dos minutos después, el centrocampista portugués, en medio del caos del Galatasaray, remató sin portero un pase de Meling.

Ni cambiando el ataque parecía despertar el equipo turco, frente a un Copenhague que seguía jugando muy cómodo.

Con la inocente expulsión del lateral Jelert, el equipo danés pasó a jugar con cinco atrás y renunció al ataque. El Galatasaray tocó a rebato y llenó el campo de delanteros