Londres, Inglaterra

El Manchester City se impuso en los últimos minutos en su visita al Tottenham (1-0), en los dieciseisavos de final de la Copa de Inglaterra, donde Chelsea y Aston Villa empataron sin goles y deberán repetir su duelo.

Para el City, la agónica victoria le permitió romper una particular maldición, ya que hasta ahora no había nunca ganado, y ni siquiera marcado, en el nuevo estadio de los ‘Spurs’.

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Los ‘Skyblues’ repararon esa anomalía con un gol del neerlandés Nathan Aké (minuto 88), el primero de la historia del Manchester City en el Tottenham Hotspur Stadium, un recinto inaugurado en abril de 2019.

El gol vino acompañado de incertidumbre. Aké metió la pierna para rematar un balón que había rechazado difícilmente el arquero Guglielmo Vicario, molestado en su intervención por un jugador del City, el portugués Ruben Dias.

El árbitro validó el tanto después de una larga espera, mientras era rodeado por los jugadores del Tottenham, que protestaban ante lo ocurrido.

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La confirmación del tanto vino acompañada de una explosión de alegría en la zona donde estaban los aficionados visitantes, desplazados por millares a Londres para este partido.

Hasta este éxito, el Manchester City había sufrido cinco derrotas en otros tantos partidos sin marcar ningún gol en ese estadio, que reemplazó al viejo White Hart Lane.