Roma, Italia

Con una victoria de esas que valen campeonatos, con un gol en el tiempo añadido y tras un partido gris ante el Udinese (1-2) en el que tuvo que remontar, el Inter demostró que no necesita ser claramente superior para ganar, que tiene muchos argumentos para ser el merecido campeón de un ‘Scudeetto’ que ya acaricia.

Desde la derrota de Liga de Campeones en el Metropolitano ante el Atlético de Madrid, el Inter es menos Inter. Ha perdido efectividad arriba, calidad en el último pase y solvencia defensiva. Sigue siendo con diferencia el mejor equipo de Italia y tiene el ‘Scudetto’ en su mano, cuestión de tiempo.

Y esta sufrida victoria ante un equipo que intenta escapar del descenso fue un alivio, una nueva prueba de autoconfianza para celebrar un paso de gigante con un agónico triunfo que selló Fratessi en el minuto 95.

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El Inter mantiene los 14 puntos de ventaja sobre el Milan, todavía con mucho margen para ganar el campeonato y bordar su segunda estrella, la que representará el título de la Serie A número 20, señalando más todavía la fecha deseada para la sentencia, fijada por los interistas en el próximo 22 de abril, en el ‘Derby de Milano’ ante el Milan.

Un penalti y un gol de rechace fueron la única manera que tuvo el Inter de colarse en el área de un Udinese bien plantado, que resistió las numerosas acometidas del líder y que a punto estuvo de llevarse un valioso botín para su objetivo.

Una recompensa que, curiosamente, rozó gracias al tanto inicial del serbio Lazar Samardzic. El centrocampista zurdo lanzó un centro raso desde la esquina del área que nadie despejó. El balón se coló lentamente, manso, sin oposición, en la meta de Sommer.

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Solo una mala salida del meta de los locales, el nigeriano Maduka Okoye, desatascó al Inter. Impactó con sus puños en el galo Marcus Thuram y el turco Hakan Calhanoglu, que no ha fallado en toda su etapa en el Inter, puso el empate de penalti.

Cuando se acercaba el pitido final, en una maraña de piernas en la frontal del área, Arnautovic sacó un tacón que dejó el balón perfecto al argentino Lautaro Martínez. Disparó el capitán, pero se estrelló con la madera. Solo Frattesi creyó en un rechace y el balón le correspondió acudiendo a su pie manso para que definiera a puerta vacía.

El Inter ya saborea el ‘Scudetto’. Si gana al Clagliari la próxima jornada, podrá levantar el título en San Siro y ante el Milan.