Es probable que los aficionados del Barcelona estén molestos. Además de que su equipo no esté jugando la Champions, a Dani Alves le va de maravilla en la Juventus, un jugador que se fue del club culé sin dejar un centavo.

Los diarios de España Mundo Deportivo y Marca dieron a conocer que en enero se buscaba un lateral derecho en las oficinas del Camp Nou. Alves se ofreció para regresar al club donde tantas alegrías había vivido.

En el club blaugrana no quisieron ni plantearse la posibilidad de que el exjugador volviera a formar parte de su plantilla y no dudaron en denegar su ofrecimiento y mantener los caminos de Alves y del club en distintas direcciones. Finalmente, tras superar una lesión, el brasileño se ha plantado en la final de la Champions League siendo uno de los jugadores más destacados de Europa y el Barcelona se quedó a medias tras perder ante la Juventus de Alves. La directiva culé cometió un error y además, no supo arreglarlo cuando se le presentó la oportunidad de hacerlo.

La pregunta que todos se hacen hoy es: ¿por qué Barcelona no le renovó contrato al lateral brasileño?

Antes habría que repasar las últimas declaraciones del jugador sobre el tema. Alves arremetió contra los dirigentes del equipo blaugrana y explicó la “maniobra” que hizo para no tener problemas en fichar por otro club.

«En mis tres últimas temporadas se escuchaba que me iba, pero los directivos nunca me decían nada a la cara. Fueron muy falsos y desagradecidos. No me tuvieron respeto. Solo me ofrecieron renovar cuando le sancionó la FIFA. Me gusta que me quieran, y si no me quieren, me voy. Irme gratis del Barcelona fue una hostia con clase. Yo entré en juego y firmé una renovación con cláusula libre. Los que hoy dirigen el Barcelona no tienen ni idea de cómo tratar a sus futbolistas», confesó el crack de 34 años.

El día que Dani Alves fichó por la Juventus, el diario «El País» reveló que Barcelona no estaba dispuesto a aumentarle el sueldo y extender por muchos años más el contrato del brasileño. Él ganaba 11 millones de euros anuales, más tres en variables, y no convencía del todo con su juego.

«‘Se lo tomaron con impotencia porque es una herencia contra la que no podían luchar. Al menos, no podían si no se le retocaba el sueldo y los años’, explican desde las oficinas de la ciudad deportiva»,