Si hay que sintetizar con una sola palabra lo que pasó en el Nuevo Gasómetro es reminiscencia. Según la Real Academia Española es un «recuerdo impreciso de un hecho o una imagen del pasado que viene a la memoria». Es que esta heroica noche en Boedo volvieron a revivir el día en que, en aquel 2015, también sufrieron para ganarle a Botafogo y encaminar una Copa que terminó siendo la primera Libertadores de su historia. Esta vez fue 2-1 a Flamengo para meterse entre los 16 mejores del continente. Una bendición del Papa Francisco.

Los dirigidos de Diego Aguirre protagonizaron un episodio destacado que formará parte de la historia de San Lorenzo; el equipo argentino que hasta la tercera jornada de la fase grupal solo registraba un punto.

La gran gesta del “Ciclón” se concretó luego del adelanto de Rodinei (14) a favor de Flamengo, gracias a la igualdad de Marcos Angeleri (75’) en el complemento y la conquista de Fernando Belluschi (90’) en los descuentos del duelo.

De esta manera, con la colaboración del triunfo de Paranaense sobre la Católica en la misma jornada, San Lorenzo sumó 10 puntos en la cima de la clasificación y logró el pase a la siguiente fase de la competición.

En tanto, Flamengo de Paolo Guerrero y Miguel Trauco –el candidato más fuerte para el título de la Libertadores– deberá resignarse con el acceso a la Copa Sudamericana.