Ni en sus mejores sueños… El 21 de mayo de 2017 no lo olvidará nunca Francisco Alarcón, Isco, que disfrutó de uno de los días más felices de su vida y de su carrera profesional. El malagueño ganó su primera Liga en su casa, en La Rosaleda, ante una afición que le tiene en un altar y delante también de miles de madridistas que festejaron por todo lo alto la Copa 33. Una temporada brillante a la que puede poner el broche de oro con la Champions League y que no será su última, pues el propio centrocampista mandó un mensaje a la afición este domingo: “Estén tranquilos, me quedo en el Real Madrid, el próximo curso seguiré vistiendo de blanco”.