Ernesto Valverde tendrá que tomar decisiones en una plantilla que tiene carencias. Sobre todo, darle profundidad y contar con un banquillo que ofrezca más rendimiento. Esta ha sido la principal diferencia entre el Real Madrid y el Barcelona.

El nuevo técnico tiene que deshojar la margarita con Iniesta. El futuro del capitán del Barcelona está en manos de Valverde. El centrocampista cumple contrato en junio de 2018 y tiene aparcada las conversaciones sobre su renovación hasta el final de temporada. Iniesta necesita conocer quién será el nuevo técnico y qué papel puede desempeñar.

Iniesta tiene la intención de continuar en el Barcelona, pero tampoco quiere ser un obstáculo para los panes de un nuevo entrenador. Hay un proyecto que arrancar y Valverde tiene que darle forma. Debe ser claro con un jugador que esta temporada ha sufrido lesiones que no le han permitido jugar con regularidad. Iniesta ha participado menos de lo esperado con Luis Enrique y el juego del Barcelona se ha resentido.

Le toca a Valverde demostrar si confía en Iniesta y definir su función. Si le ve y necesita como un futbolista para liderar el juego o tendrá un papel con menos protagonismo. De la conversación entre el nuevo entrenador y el capitán depende mucho la contratación de otro refuerzo para el centro del campo. Una posición clave en el Barcelona. Nombres como el de Verratti y Coutinho están en la agenda de fichajes del club. En Italia, apuntan que la Juventus querría a Iniesta como una apuesta similar a la de Alves.