La respuesta de la MLS fue un sencillo y rotundo no

Estados Unidos.

La Major League Soccer de los Estados Unidos no tiene ascensos ni descensos, ya que las ligas cuentan con franquicias y no equipos. El italiano Riccardo Silva, dueño del Miami FC y magnate de derechos de televisión (MP & Silva Group), intentó persuadir a la MLS para que la liga estadounidense implementara un sistema de ascenso y descenso en el futuro.

El 26 de junio, Silva fue a la oficina de la MLS en New York para ofrecer hacerse cargo de los derechos de retransmisión de la MLS, a partir de 2023 hasta 2033.

El italiano pagaría cuatro mil millones de dólares por los derechos de retransmisión. Una cantidad cuatro veces mayor de lo que ingresa la liga cada año en su actual contrato. Silva solo pedía que se implementara un sistema de ascenso y descenso entre las ligas estadounidenses.

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«En su carta al señor Silva, el Comisionado Garber dijo que no estamos en la posición ni estamos  interesados en negociar con el señor Silva con su oferta», dijo el ejecutivo vicepresidente de comunicaciones de la MLS, Dan Courtemanche.

Al no tener un sistema de ascenso ni descenso, la MLS suma nuevos clubes a través de un proceso de expansión, que requiere un pago de inscripción de 100 millones de dólares.

Pero el soccer en Estados Unidos cada vez se asemeja más al fútbol que se juega en otros países. Cuentan con una selección que contagia de pasión a sus aficionados, como quedó comprobado en el Mundial de Brasil 2014. Actualmente disputarán la final de la Copa Oro que se realiza en su país ante Jamaica, equipo que eliminó a México. Asimismo tienen una liga que crece en popularidad y calidad cada año.