Estudios afirman que afectan en un alto porcentaje a los futbolistas

Aunque ya se han realizado investigaciones sobre la demencia pugilística que sufren un 15% y un 20% de los boxeadores, por primera vez se tienen datos  sobre los efectos de los cabezazos que dan los futbolistas al balón ( el remate de cabeza, es un recurso muy utilizado en este deporte). Un estudio de la Facultad de Medicina Albert Einstein (Nueva York) compara esas lesiones cerebrales con las producidas en una conmoción cerebral y, consiguientemente, con la pérdida de memoria.

Este estudio se realizó mediante el escaneo del cerebro de 32 jugadores no profesionales con una media de 31 años de edad. Entre aquellos que remataban más a menudo de cabeza, los investigadores observaron “diferencias en cinco regiones del cerebro en el lóbulo frontal y en la región temporo-occipital”. La repetición de estos remates, sospechan, puede provocar un deterioro cognitivo a largo plazo. No es extraño si pensamos que los balones de fútbol pueden alcanzar una velocidad de hasta 50 kilómetros por hora en partidos de aficionados y más del doble en uno profesional.

Esta semana se publicó un estudio a cargo del Dr. Michael L. Lipton, director asociado del Einstein’s Gruss Magnetic Resonance Research Center, en el que los resultados indicaron que los jugadores de soccer que tienden a tirar goles con la cabeza aumentan su riesgo de padecer lesiones cerebrales.

Lipton dice en un comunicado que se centraron en este deporte porque es considerado universal (no en vano le llaman “el rey de los deportes”).

Además, “el soccer es ampliamente jugado por personas de todas las edades y existe una preocupación particular de que el cabeceo del balón –un componente clave en este deporte– pueda dañar al cerebro”.

Y es que las lesiones cerebrales por trauma han estado en el ojo público últimamente –y durante años también– debido a las alegaciones y casos que se han hecho por parte de algunos jugadores de la NFL, quienes han sufrido de daño cerebral después de practicar ese deporte, a lo largo de años.

Basta recordar el caso del jugador Junior Seau, quien reportó tener Encefalopatía Traumática Crónica (CTE), una enfermedad degenerativa del cerebro que solo se puede diagnosticar después de que la persona ha fallecido. Seau se suicidó en el 2012.

Ante tragedias como esa, se han creado iniciativas para  el cuidado de los jugadores cuando se retiran y se han perfeccionado los cascos que se utilizan en el futbol americano.

Sin embargo, en el caso del soccer, es poca la información que se ha revelado sobre los daños y los riesgos que conlleva. Sobre todo si se toma en cuenta que el estudio de Lipton indica que los jugadores se dirigen hacia la pelota entre seis y 12 veces por partido.

Aunado a que, en algunas ocasiones, el balón puede alcanzar una velocidad de 80 kilómetros por hora.

Además, por cada partido, los futbolistas pueden intentar golpear la pelota “de cabezazo” casi 30 veces (o más).

“Los cabezazos frecuentes y en forma repetida podrían desatar una cascada de respuestas  que conducen a la degeneración de las células cerebrales con el tiempo”, enfatiza el Dr. Michael Lipton.

Por su parte, Michael Bell, director de atención neurocrítico pediátrica del Hospital de Niños de Pittsburgh, dice en Health Day que “si el jugador no tiene una conmoción cerebral o una lesión apreciable, el estudio (de Lipton) prueba la evidencia de que estos eventos epígrafe menores (daños por cabezazos) se acumulan con el tiempo”.

Meter un gol con la cabeza no dañará tu cerebro, pero hacerlo repetidamente sí es un factor que preocupa a los expertos, pues podría inclusive conducir a que se desarrollen coágulos en ese órgano.