Monterrey falló el penal que pudo haber mandado la final al alargue

 

Monterrey, México

Final regia equivale a espectáculo. Monterrey y Tigres llegaron en igual de condiciones luego de empatar la ida en el Volcán. Los Rayados entraron con la intensión de hacerse sentir en casa, lo lograron pero por muy poco.

Con el estadio lleno, la inercia era a favor de los locales, que después de todo venían como favoritos. La ilusión se alimentó a los dos minutos, cuando Dorlan Pabón remató de larga distancia y la clavó dentro del marco.

Sin embargo, los dirigidos por el Turco Mohamed, atrasaron sus líneas y le dieron toda la iniciativa a los del Tuca. Obviamente pasaría lo que pasó.

Primero, fue el chileno Eduardo Vargas quien comenzó a cambiar el rumbo. Su remate no parecía peligroso pero complicó al arquero que hizo contacto pero no fue suficiente.

Cinco minutos pasaron y en un tiro de esquina Francisco Meza saltó con todo y martilló con potencia para el 2 a 1. La facilidad con que dio la vuelta Tigres, preocupó a la afición y al técnico argentino.

En el complemento los Rayados asediaron al rival pero sin precisión. Aún así consiguieron una oportunidad inmejorable desde el punto penal, cuando el árbitro pitó una falta inexistente de Guiñac.

Hurtado fue el encargado de cobrar solo para vestirse de villano cuando mandó la pelota a la tribuna, lleno de fanáticos desilusionados.

Tigres manejó los últimos minutos con decoro y consiguió mantener la pelota en la esquina rival. La desesperación del rival llegó a la violencia por parte de Neri Cardozo cuya patada fue el primer pitazo final.

Tigres logra su sexto campeonato, cuatro obtenidos en los últimos seis años lo que lo hace el equipo de época en el fútbol mexicano.