Gremio se clasificó para la final del Mundial del Clubes tras ganar en la prórroga a Pachuca

Dubái, Emiratos Árabes

Un tanto de Everton en el minuto 95 acabó con el sueño de los Tuzos que buscaban ser el primer equipo mexicano de la historia en alcanzar una final. Ahora deberán conformarse con pelear por la tercera plaza. Los brasileños, en cambio, buscarán su segundo Mundial tras el logrado en 1983 ante el Hamburgo (2-1), con un doblete de Renato Gaucho su actual entrenador.

En el fútbol hace falta algo más que buenas intenciones. Pachuca dominó la pelota, acorraló en algunas situaciones al equipo brasileño, pero le faltó definición y calidad en los metros finales. Justo lo que le sobra a Gremio, y al que no le hizo falta que su exquisito mediapunta Luan realizase su mejor actuación. Le bastó con una jugada de su extremo Everton. Su rapidez y picardía llevaron a Gremio a la final.

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Los mexicanos fueron valientes hasta que le duró la gasolina a su mejor jugador: Keisuke Honda. El japonés fue intermitente, pero sus apariciones y fogonazos hicieron creer a los hidalguenses. Suya fue la mejor ocasión de Pachuca en la primera parte. Agarró el balón en el medio y acabó en el área rival. Llegó sin fuerzas y su disparo lo interceptó a tiempo el zaguero brasileño Bruno Cortez cuando Marcelo Grohe ya estaba batido. Gremio esperó su momento. En el primer acto se dedicó a contener a su rival, batallando cada pelota con Ramiro y Lucas Barrios como gladiadores. Sólo Fernandinho aportó algunos chispazos de clase.

En el segundo tiempo, Pachuca acusó la fatiga de tener en sus piernas 120 minutos más que su rival (en los cuartos ante el Wydad necesitó la prórroga). Luan empezó a estirar a su equipo hacia el arco del Conejo que empezó a temblar en cada acción de los brasileños. Es en esa parcela en la que llegaron las diferencias. Los hombres de ataque de los mexicanos fueron inofensivos para una defensa del equipo brasileño que mantenía a raya todos los intentos de Urreta o Franco Jara. Sólo se despistaron un momento en el que pudo llegar su derrota. Un testarazo perfecto de Víctor Guzmán rozó el poste en la ocasión más clara de Pachuca. Era el minuto 80 y ahí estuvo la final para Pachuca.

El partido se alargó y se decidió en la prórroga. Diego Alonso cambió su defensa de cuatro a cinco con la incorporación del uruguayo Herrera por el único delantero Franco Jara. El mensaje que mandaba a su equipo era el de replegarse e intentar cazar alguna contra. En un saque de banda llegó la sentencia mexicana. Everton se anticipó a un dormido Joaquín Martínez. El extremo se fue directo al área y Omar González reculó demasiado. Eso le permitió armar un disparo que dibujó una parábola imposible para El Conejo