El nuevo entrenador de Olimpia pretende devolverle la identidad al equipo
Tegucigalpa, Honduras
Para Nahún Espinoza el problema del Olimpia es claro. La parte emocional que suele ser un sube y baja en los jugadores merengues. Ése es el gran reto del técnico que no se relaja pese a haber ganado el clásico capitalino.
“El tema es que se eleve mucho la parte emocional después de un triunfo y después se cae, trataremos de mantener un equilibrio, la motivación ahora es mayor y ese era un primer paso, el equipo ya dio muestras de lo que queremos, pero falta mucho trabajo”, declaró.
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La forma de hacer funcionar la maquinaria se basará en la intensidad. A Espinoza le gusta que sus jugadores busquen recuperar el esférico en todo momento. “En cuanto a la recuperación de la pelota tenemos que ser muy intensos, presionar hacer el bloque compacto y cuando esto no se pueda no salir a regalarse, eso es lo que trabajamos en la recuperación, luego tratar de jugar bien, ser precisos, dimos muchos pases malos, otro aspecto es no jugar tanto con el portero una vez pasado el mediocampo”.
Se refirió al próximo rival que se encuentra en el último lugar de la tabla general. Honduras Progreso se dará la vida en una nueva final que jugarán el jueves en el Humberto Micheletti. “Honduras Progreso es un rival que se juega la vida en cada partido, está peleando el descenso y cada vez se le acortan los tiempos, seguramente va ser un partido de mucho ritmo, ellos este duelo lo tienen que ganar y para nosotros es vital sacar los tres puntos para seguir arriba”.
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Por último, promete darle chance a los jóvenes para cumplir con la normativa de minutos sumados para los menores de 20 años, situación que se descuidó un tanto con Restrepo. “Esa fue una negligencia del equipo, es lo único que voy a cuestionar del club, no podemos dejar de cumplir con el sub 20 porque eso te puede costar un descenso o quedarte fuera de la liguilla, ya sumamos 90 con Axel”.
