El Niño deja al equipo Colchonero y cumple su sueño de irse del Metropolitano con una copa

Lyon, Francia

El delantero Fernando Torres ya puede sentirse orgulloso de ganar su primer y último título como jugador del Atlético de Madrid. Levantó una copa la que soñó desde niño. Principalmente en un club del que es futbolista, aficionado e ídolo, pero en el que ya dice adiós.

Poco importó que su presencia fuera testimonial, ya que entró en el minuto 90 en sustitución de Antoine Griezmann. Un pequeño homenaje para una brillante carrera.

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El Niño Torres ha tenido que esperar 17 años, desde su debut el 27 de mayo de 2001 contra el Leganés en el Vicente Calderón, en la angustiosa Segunda División. Era un chico dispuesto a convertirse en símbolo rojiblanco durante la siguiente década. Lo seguirá siendo ya de por vida.

Frente al Eibar el domingo en el estadio Wanda Metropolitano pondrá punto final a su historia con los Colchoneros. El Niño disputará su último partido como rojiblanco, club con el que ha jugado ya 402 encuentros y ha marcado 127 goles.

El atacante ha ganado Liga, Copa y Champions League en otros clubes y la Copa del Mundo con la selección española. Pero con el Atlético, hasta hoy no había ganado nada. Ni en la etapa del 2001 al 2007 ni desde que regresó en el 2015.

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El Atlético se coronó campeón y el título aparece en su brillante palmares con todo derecho y el máximo brillo. El domingo llegará el homenaje en su estadio y ante su afición en la última jornada de Liga. A corto plazo, se espera que regrese en unos años al club para trabajar en la entidad colchonera.

Fernando Torres estuvo con sus hijos y el trofeo en el césped haciéndose fotos. El jugador dijo que «este trofeo es una felicidad por la gente y un orgullo por este club que llevo en el corazón desde pequeño. Vamos a brindárselo a la gente que ha venido hasta aquí haciendo un gran esfuerzo y a la gente que no pudo y a la que está en Madrid esperándonos».