La sustancia no está prohibida, pero ayuda a mejorar el rendimiento deportivo

Rusia

Tremendo escándalo se ha desatado en el Mundial Rusia 2018. Y es que las sospechas de dopaje persiguen al deporte ruso pase lo que pase. La última acusación ha surgido en Alemania y se dirige a la selección anfitriona del Mundial.

Los jugadores rusos han sido acusados de inhalar amoniaco para mejorar su rendimiento en los partidos.

El diario Süddeutsche Zeitung destapó la exclusiva a raíz de un reportaje de la selección rusa y en una nota de Bild se los acusó de dopaje. Ambos medios de comunicación son alemanes.

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En dicho reportaje, enfocado en los métodos de mejora del rendimiento, un miembro de la federación rusa admitió que hacían uso habitual de amoniaco para estimular la respiración y mejorar el flujo sanguíneo antes de los partidos.

Tras la publicación, Bild se fijó en el enfrentamiento de cuartos de final de Rusia frente a Croacia. Según el tabloide alemán, varios suplentes rusos inhalaron el amoniaco rociado en una bola de algodón.

La selección rusa, verdugo de España en octavos de final, ha sido acusada por dopaje dada su excelente rendimiento mundialista.

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Los rusos quedaron segundos en fase de grupos y ganaron a España en los lanzamientos de once metros. En los cuartos de final frente a Croacia, forzaron la tanda de penaltis, pero perdieron 3-4.

Sea o no dopaje, los rusos no podrían ser sancionados por esta práctica. El amoniaco no  está en la lista de productos prohibidos en el reglamento antidopaje de la FIFA. Está permitido y, por tanto, no es delito. A partir de ahí, se puede discutir sobre si es ético (o no) su uso y sobre los beneficios (o no) que produce su utilización.