El argentino recibió el premio como mejor arquero de la Liga Concacaf y se le salieron las lágrimas junto al presidente Eduardo Atala

Tegucigalpa, Honduras

La imagen de José Eduardo Atala junto a Jonathan Rougier, guardameta del club, es el fiel reflejo de la noche más triste de Motagua en su casa ante el Saprissa de Costa Rica que lo dejó sin el campeinato de la Liga Concacaf.

Los azules por segunda vez consecutiva han perdido la final de la Liga Concacaf, ya que el año anterior cayeron con el Herediano que les empató en los útimos minutos el juego 2-2.

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El argentino recogió su premio como mejor portero de esta edición del torneo por sus grandes actuaciones, sobre todo la de este martes a donde fue pieza clave para mantener el cero en su arco.

El arquero recibió el premio de manos del presidente de Motagua, quien al igual que el jugador lucían visiblemente afectados emocionalmente por la derrota. Atala dio unas palabras y Rougier comenzó a llorar.

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El mandatario azul no pudo contenerse y puso su rostro en el hombro del guardameta después de no haber podido ganar el partido ante Saprissa y quedar empatados 0-0, pero los ticos ganaron en casa 1-0.

Rougier no tuvo palabras pero con sus gestos dejó claro que el reconocimiento no alivia la tristeza de haber dejado escapar el título de la Liga Concacaf.