Con doblete de Romelu Lukaku, el cuadro de Antonio Conte rescató un punto ante los Potros en su estreno en el certamen

Roma, Italia

Un doblete del belga Romelu Lukaku, culminado en el minuto 90, evitó la derrota y le dio un empate 2-2 al Inter de Milán en el estadio San Siro contra el Borussia Monchengladbach, en la primera jornada del grupo B de la Liga de Campeones.

El equipo italiano tenía la oportunidad de pasar a manejar el grupo B de la Champions League, tras la sorpresiva derrota del Real Madrid frente al Shakhtar, pero apenas logró un empate y en la agonía del juego.

Vea además: Lokomotiv arranca un valioso empate 2-2 en Salzburgo

Los de Antonio Conte salieron con mayor decisión a buscar la ventaja, a partir de los intentos de Christian Eriksen y de Romelu Lukaku, pero recién pudo marcar en el inicio del complemento. Arturo Vidal jugó al área para la cabeza de Lautaro Martínez, que ingresó al entretiempo por Alexis Sánchez, pero la accíón terminó en los pies de un Lukaku implacable para el 1-0.

Sin embargo, el dueño de casa se complicó sólo por errores que permitieron poner a los Potros en ventaja. Los milaneses se complicaron la voda en el minuto 61, cuando Vidal provocó un ingenuo penalti, tras enganchar dentro del área a Thuram, el árbitro Bjorn Kuipers no vio la falta pero luego cobró el penal a instancias del VAR y Ramy Bensebaini convirtió con precisión desde los 12 pasos.

Le interesa también: El Shakhtar sorprende al Real Madrid en Liga de Campeones

Y en el 85, segundos después de que Lautaro sacudiera el poste con una gran volea de pierna derecha, Jonas Hofmann aprovechó un contragolpe para dar ventaja al Monchengladbach. Hubo que esperar casi tres minutos de control VAR antes de que la diana fuera otorgada.

Cuando todo se derrumbaba, Inter salvó un punto en San Siro con el empate conseguido en el minuto 90 por Lukaku, que la empujó tras un córner que Alessandro Bastoni logró bajar de cabeza en el primer palo. En una gris actuación de los neroazzurri, el punto al menos les sirve para no salir derrotados en casa frente a un voluntarioso equipo alemán.