El presidente del PSG y el ex número dos de la FIFA estaban acusados de «gestión desleal» por un caso de derechos televisivos

Bellinzona, Suiza

El presidente de beIN Media y del PSG, Nasser Al-Khelaifi, fue absuelto en un caso de derechos de televisión, mientras que el antiguo número dos de la FIFA Jérôme Valcke se libró de la pena de prisión y fue sancionado con 120 días de multa diaria condicional por una acusación secundaria.

En este caso ambos hombres estaban acusados de haber cerrado un pacto a espaldas de la FIFA, lo que supondría “gestión desleal”, con una posible sanción de cinco años de prisión.

Al término de diez días de audiencia en septiembre, la fiscalía solicitó 28 meses de prisión contra Al-Khelaifi, tres años contra Valcke y 30 meses contra un empresario griego, Dinos Deris, que fue absuelto este viernes del cargo de “corrupción privada”.

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En los tres casos, la fiscalía había pedido que las penas fueran acompañadas de una suspensión parcial. Para la fiscalía, Valcke vendió su apoyo a beIN a cambio del “uso exclusivo” de una lujosa villa en la Costa Esmeralda sarda, comprada para él por 5 millones de euros a finales de 2013 por una sociedad que fue brevemente propiedad de Al-Khelaifi.

El exsecretario general de la FIFA admitió haber solicitado la ayuda del dirigente catarí para financiar la “Villa Bianca”, unos meses antes de la firma en abril de 2014 de un contrato entre beIN y el organismo rector del fútbol mundial para los derechos en el norte de África y Medio Oriente de los Mundiales-2026 y 2030.

Pero para los acusados, exculpados por completo en esta parte, estos dos episodios no tienen “nada que ver”: ambos hablaron de un acuerdo “privado”, asegurando que pagar sobornos no habría tenido sentido porque beIN, el único en liza, pagó una cantidad muy elevada de la que la FIFA nunca se quejó.

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Convertido en un gigante mundial de los derechos deportivos, la cadena catarí desembolsó 480 millones de dólares (410 millones de euros) por dos Mundiales, un 60% más que por los Mundiales-2018 y 2022, un contrato calificado por Valcke de “asombroso”, “fantástico”, “sublime para la FIFA”.

En un segundo caso adjunto a la misma audiencia, Valcke fue condenado a 120 días de multa diaria condicional por “falsificación de documentos”, pero absuelto del cargo de “corrupción privada”, tras haber recibido 1,25 millones de euros por parte de Dinos Deris.