Siempre que el Liverpool ha eliminado al Aston Villa, ha llegado a la final de la FA Cup, el trofeo que le falta a Jürgen Klopp, y que él mismo ha remarcado como objetivo

Londres, Reino Unido

El Liverpool cumplió con el guión y certificó su clasificación para los dieciseisavos de final de la Copa de Inglaterra, tras imponerse este viernes por 1-4 a un Aston Villa, que mermado por el brote de coronavirus que ha obligado a confinarse a la primera plantilla, se vio obligado a alinear un equipo plagado de juveniles.

Un contundente resultado que no pudo ocultar los numerosos problemas que tuvo el conjunto “red” para plasmar en el marcador su aplastante superioridad sobre el terreno de juego.

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El Liverpool volvió a mostrar en la primera mitad la misma preocupante falta de efectividad que ya le llevó a empatar 0-0 con el Newcastle y caer el pasado lunes por 1-0 ante el Southampton en sus dos últimos compromisos ligueros.

Y eso que el senegalés Sadio Mané no desaprovechó la primera llegada de los “reds” al área rival para establecer a los cuatro minutos de juego el 0-1.

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Un mero espejismo, ya que tanto el propio Mané, como el brasileño Fabinho o Curtis Jones se empeñaron en estrellarse una y otra vez con el joven guardameta magiar Akos Onodi.