Sevilla, España

Ronald Koeman, entrenador neerlandés del Barcelona, ha definido como «un partido muy disputado» la final de la Supercopa perdida este domingo (2-3) frente al Athletic en Sevilla y aunque está «triste» porque «al fútbol se juega para ganar títulos», indicó que «no hay tiempo para venirse abajo».

Koeman admitió que resultado «muy complicado ganar» cuando un equipo se adelanta «por dos veces» y el rival «empata justo antes del descanso» y «casi en el minuto 90», dos goles que llegan motivados por «fallos» que lo han llevado a expresar la necesidad de «mejorar en defensa» y ser «más contundente en el área».

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El técnico barcelonista explicó que su trabajo consiste en «dar el máximo, no es bueno o malo por ganar o perder», aunque admitió que esta derrota «ha sido muy dura» pero no supone «un paso atrás» en la progresión del equipo, pues espera que demuestre «que va por el buen camino».

Ronald Koeman, que se negó a comentar la expulsión de Leo Messi porque es «mejor no hablar de los árbitros», explicó la decisión de alinear a su capitán pese a la lesión que arrastraba, ya que él «sabe si está en condiciones o no de jugar. Dijo que estaba para jugar y ha hecho el máximo».