El ganador de este partido mantendrá vivo el sueño de Qatar y el perdedor dirá adiós de la próxima Copa del Mundo

San José, Costa Rica

Tanto en la selección de Costa Rica como en la de Honduras hay nervios y tensión previo al partido de esta noche en el Estadio Nacional de la Sabana por la octava fecha de la eliminatoria de Concacaf, ya que ambos equipos llegan con una imperiosa necesidad de ganar para no perder el tren a Qatar 2022.

Ambos equipos han sufrido demasiado en lo que va de la octogonal y, a pesar de cambios de jugadores en Costa Rica y de entrenador en Honduras -el colombiano Hernán Darío Gómez por el uruguayo Fabián Coito-, los resultados siguen siendo amargas derrotas.

Vea además: «Bolillo» Gómez: «La idea es someter a Costa Rica con nuestro fútbol»

Los ticos se presentan en su casa tras perder 0-1 ante Canadá y los catrachos se dejaron remontar y cayeron 2-3 con Panamá, respectivamente, que los condena abajo en la tabla de posiciones con seis y tres puntos en siete juegos disputados.

La urgencia ya no pasa de abrirse paso entre los tres primeros que se clasificarán directamente al Mundial. Ahora se trata de arreglárselas para acercarse al cuarto sitio y buscar el repechaje intercontinental.

A las dos selecciones centroamericanas no les queda otra misión que dar pelea por la cuarta ubicación que permite acceder a esa repesca con una representación de otra confederación. Ganar es fundamental para pelear por ese cuarto peldaño actualmente ocupado por Panamá, con 11 unidades.

Le interesa también: Romell Quioto será titular ante Costa Rica

El que gane esta noche en San José, aún respirará, pero el que pierda, prácticamente se despedirá de la competencia. Y si hay un empate, sumado a un resultado positivo de los panameños ante El Salvador, ticos y hondureños quedarían condenados a ver el Mundial por televisión.

En Honduras, el ambiente es de desazón, porque más allá de la mejoría que se vio por 45 minutos, la forma en cómo se cayó el equipo ante Panamá en el último tramo del encuentro (ganaba 2-0 al 77 y terminó 2-3) fue un dardo letal.