Londres, Inglaterra

La final de la Copa de la Liga inglesa, entre Liverpool y Chelsea, estuvo precedida por un minuto de aplausos como muestra de solidaridad con Ucrania en un estadio Wembley que se vistió con los colores azul y amarillo de la bandera ucraniana.

Los capitanes de los dos equipos, incluido el del Chelsea, club propiedad del oligarca ruso Roman Abramovich, portaron una corona de flores azules y amarillas al entrar en el terreno de juego.

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Todo el estadio, tanto el borde del terreno de juego como los videomarcadores, también estuvieron decorados con los colores de la bandera ucraniana.

En las gradas se pudieron ver asimismo algunas banderas de ese país y pancartas con mensajes de apoyo al pueblo ucraniano, que desde el jueves sufre los ataques del ejército ruso, incluida en la mitad del estadio reservada a los seguidores londinenses, aunque las muestras de solidaridad fueron mayores en la zona ocupada por los hinchas «reds».

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El sábado, Abramovich anunció en un comunicado que abandona la gestión diaria del club que adquirió en 2003 en favor de los administradores de la fundación benéfica del Chelsea, un anuncio que llegó cuando el cerco se estrecha sobre los oligarcas rusos en el Reino Unido después de la invasión rusa de Ucrania y de que las autoridades británicas anunciasen sanciones contra los intereses rusos en ese país.

Sin embargo, en el comunicado Abramovich no hizo ninguna referencia a Ucrania, algo que fue criticado y que llevó al Chelsea a publicar un segundo comunicado en el que se calificaba de «horrible y deplorable» la «situación» en Ucrania, añadiendo que el club «reza por la paz». (Tomado de AFP).