Barcelona, España

El Eintracht Frankfurt dio el batacazo en la Europa League al derrotar por 2-3 al Barcelona en el Camp Nou, echando al equipo de Xavi Hernández de la competencia y clasificando a semifinales.

No hubo magia de Pedri, talento de Gavi o goles de Aubameyang. La racha de 15 juegos consecutivos sin perder acabó de la manera más cruel y con un resultado que no refleja lo visto en la cancha, que les salió barato porque los alemanes fácilmente pudieron meter un par más en el templo que alguna vez pisaron Lionel Messi, Diego Maradona, Johan Cruyff, Ronaldinho y Rivaldo, entre tantos otros cracks, pero hoy nadie tiene esos tamaños.

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El Barca volvió a ser un equipo sin idea como cuando lo dirigía Ronald Koeman antes de llegar Xavi al banquillo. Eso lo aprovechó el Eintracht, que con un penal absurdo de Eric García al minuto 4 comenzó su calvario por la gran ejecución del serbio Filip Kostic para el 0-1.

Lejos de replegarse o jugar con línea de seis como el Atlético de Madrid en Champions, el Frankfurt se convirtió en un vendaval de llegadas por diferentes costados del campo, obligando a Ter Stegen a convertirse en figura y gracias al alemán el ridículo no fue mayor.

Eso sí, el portero alemán pareció ser cómplice en un zapatazo del colombiano Santos Borré, a quien no se le quita mérito por el señor golazo desde fuera del área para el 0-2 que dejó helado al Camp Nou, que incluso en la tribuna parecía perder ante el Eintracht dado el gran apoyo de la parcialidad visitante.

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En el segundo tiempo, Xavi Hernández no tuvo más que tirar con todo a su equipo al frete, metió a Adama Traoré, a Luuk de Jong y a todos los que pudiera, pero esta plantilla no tiene el peso específico para resolver noches tan difíciles como esta a nivel continental.

El último clavo al féretro del Barcelona lo puso de Kostic. El serbio, en una descolgada de un saque de manos, se metió al área y cruzó por completo a Ter Stegen, sentenciando una noche inolvidable para ambos equipos, aunque por distintas razones. Los dos tantos del Barça llegaron en el agregado por medio de Busquets y de Depay con un penal.

El Barcelona no tendrá más que rezar para que el Real Madrid tropiece en la Liga Española y los 12 puntos que hay de ventaja de los Merengues disminuyan para poder competir hasta el final por el campeonato y no quedarse con las manos vacías en esta campaña.