Barcelona, España

Después de que la Fiscalía española sorprendiera retirando sus cargos, el juicio por el fichaje de Neymar al Barça en 2013 celebra este lunes su última sesión con un horizonte ahora mucho más favorable para los acusados en este complejo caso que se arrastra durante años.

Ahora solo señalados por la acusación particular que ejerce el fondo brasileño DIS, “Ney” y el resto de procesados podrán realizar sus últimas valoraciones ante tribunal que les juzga por corrupción y estafa en la Audiencia de Barcelona desde hace dos semanas.

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Tanto el delantero del París Saint-Germain -que el miércoles se enfrenta a la Juventus en Champions y en tres semanas debe liderar a la ‘Seleçao’ en el Mundial- como sus padres podrán hacerlo por videoconferencia, tras haber recibido la autorización del tribunal.

Una vez concluida esta sexta, y última, sesión del juicio oral, los magistrados del tribunal deliberarán la sentencia, que no se espera antes de varias semanas.

El horizonte luce, sin embargo, mucho más despejado para el jugador -para quien el Ministerio Público pedía inicialmente dos años de prisión y una multa de 10 millones de euros (9,96 millones de dólares), por corrupción en los negocios- y el resto de acusados, después de que el fiscal diera un vuelco al caso el viernes.

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Sintiéndose engañada en el traspaso, la compañía brasileña, dueña del 40% de los derechos del jugador cuando era una promesa del Santos, había recurrido en 2015 a la justicia española, que admitió entonces su querella.

Pero la empresa no ha logrado sustentar sus acusaciones durante las vistas, a ojos de la Fiscalía, que consideró que estas no estaban basadas en pruebas sino en “presunciones”.

“DIS tiene perfecto derecho a entender que el traspaso de Neymar le tuvo que suponer un mayor beneficio, pero creo que ha errado en la jurisdicción”, expuso el fiscal Luis García, contradiciendo la acusación formulada por sus colegas de Madrid, donde arrancó la andadura del caso.