Argentina

El ataque a tiros al supermercado de los suegros de Lionel Messi en Argentina buscó «generar intimidación» e «impacto público», más que amenazar directamente al astro del fútbol o a su familia, estimaron este viernes autoridades judiciales.

«Se ve claramente que (el ataque) quiere generar conmoción. Más allá de la repercusión pública nacional e internacional, genera una intimidación», declaró a radio Cadena 3 Jorge Baclini, el jefe de fiscales de la provincia de Santa Fe, donde se localiza Rosario, el mayor puerto exportador y la ciudad con más homicidios del país.

Rosario tuvo el año pasado una tasa de 22 homicidios cada 100.000 habitantes, cinco veces más que la totalidad de Argentina, según datos oficiales. En otras declaraciones a la prensa, Baclini dijo que el fiscal Federico Rébola, a cargo del caso, «trabaja con varias hipótesis y es una investigación que va teniendo buena dirección».

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«El objetivo del ataque fue buscar el impacto público», dijo Rébola. «No hay nada que indique que querían intimidar o exigir algo a la familia Roccuzzo. Utilizaron algo próximo a Lionel Messi para asegurarse una gran difusión. Y con eso el mensaje le llegó a todo el mundo», agregó.

En la madrugada del jueves, dos hombres en moto atacaron a balazos un supermercado de la cadena Único, propiedad de los padres de Antonela Roccuzzo, la esposa de la estrella del Paris Saint-Germain y reciente campeón mundial.

Dejaron además una nota escrita a mano donde se lee: «Messi te estamos esperando. Javkin es narco, no te va a cuidar». Pablo Javkin es el intendente de Rosario, una ciudad de un millón de habitantes.

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«La inclusión del intendente es grave y genera un impacto público, al igual que el hecho de que se trate de la familia de Messi, lo que da repercusión internacional», sostuvo Baclini.

Tras el ataque, el supermercado abrió normalmente. «Estamos bien. Nunca nos movimos con custodia, llevamos una vida normal», dijo Celia Cuccittini, la madre de Messi, a una periodista rosarina que lo publicó en Twitter.

Messi regresa a su Rosario natal a pasar las fiestas navideñas todos los años y volverá a Argentina próximamente para los amistosos que jugará la Albiceleste el 23 y 28 de marzo en Buenos Aires y en Santiago del Estero.

Bandas barriales»

De acuerdo a las imágenes de cámaras de seguridad, ambos atacantes vestían jean, campera con capucha y barbijo pese a las altas temperaturas. Además el autor de los balazos que perforaron la persiana metálica del local usaba guantes para gatillar y manipular el cartel escrito sin errores ortográficos.

Estos datos llamaron la atención dado que en algunos barrios de Rosario se hizo habitual que pistoleros tiren contra frente de casas, muchas veces equivocando el blanco, pero suelen hacerlo a cara descubierta, según la prensa local. A principios de enero incluso balearon el Centro de Justicia Penal en el centro de la ciudad.

Javkin dijo dudar de que se trate de una banda de narcotraficantes. «Permítanme dudar. Acá no hay pedido de plata, no hay pedido de nada en beneficio de nadie. Es absolutamente diferente. Cuando han habido atentados narcos, siempre los mensajes están determinados con una amenaza para generar un beneficio para alguien que está detenido», dijo.

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En Rosario hay «pequeñas organizaciones criminales que van tomando dimensión: comienzan en el microtráfico de drogas y van diversificando en otras actividades delictivas, una de ellas es las balaceras, las extorsiones, las usurpaciones», explicó Baclini.

El diputado provincial Carlos del Frade (izquierda) atribuyó el incremento de la violencia en los últimos 20 años a la existencia de «bandas narcopoliciales barriales», y las diferenció de los grandes carteles «como en su momento fue el de Medellín, para Colombia, o el de Sinaloa para todo México».

En Rosario aumentan las denuncias de comercios víctimas de intentos de extorsión, muchas veces desde las cárceles, según la justicia. En un allanamiento en la cárcel de Coronda (centro-este) fueron secuestrados este viernes 50 teléfonos celulares y 275 dosis de drogas.

Otros allanamientos se llevaban a cabo en cárceles de la provincia de Buenos Aires donde están detenidos integrantes de Los Monos, la mayor organización delictiva de Rosario.