Estados Unidos

Michael Jordan es una máquina de hacer dinero. Tras consagrarse como uno de los deportistas más importantes e influyentes del mundo, su nombre sigue generando millones al punto de convertirse en el primer deportista profesional en entrar en la lista Forbes 400, por el enorme patrimonio de 3.000 millones de dólares que ha hecho a lo largo de su carrera.

Jordan es sinónimo de millones, tanto dentro, como fuera de la cancha. En sus 16 años de carrera, llegó a ganar 94 millones de dólares y fue el jugador mejor pagado de la NBA en 1997 y 1998.

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Tras su retiro, el 16 de abril de 2003, fue cuando empezó a montar un imperio en el universo de los atletas. Así llegó a generar 2.400 millones con marcas como McDonald’s, Gatorade, Hanes y, por supuesto, Nike, donde su último cheque anual por derechos ascendía a unos 260 millones, según señala Forbes.

Sin embargo, el mayor triple del deportista lo hizo en agosto cuando vendió su participación mayoritaria en los Charlotte Hornets a un precio desorbitado de 3.000 millones de dólares. En su día, el exjugador compró el club por 275 millones de dólares, es decir, ha aumentado su valor 11 veces desde 2013.

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En este contexto, el medio señala que, «incluso si hubiera vendido a la valoración más reciente de Forbes, estimada en 1.700 millones de dólares en 2022, habría sido un golpe para el miembro del Salón de la Fama de sesenta años. En cambio, la 27 franquicia más valiosa de la NBA se vendió por el segundo precio de venta más alto de la historia de la liga y casi 17 veces su valor cuando Jordan se convirtió en propietario principal en 2010».