Madrid, España

José María Enríquez Negreira acudió este martes al Instituto de Medicina Legal de Catalunya, en Barcelona, para someterse a una revisión. Los forenses van a examinar su estado físico y psicológico y determinar si está o no en condiciones de declarar en el juicio. Antes de franquear la entrada, se ha caído al suelo, pero se ha levantado sin ningún problema.

El exárbitro alegó un principio de Alzheimer para no tener que declarar cuando termine la investigación y el juez instructor fije la fecha del proceso judicial. Los forenses acreditarán si el grado de Alzheimer que dice sufrir le incapacita para su futuro testimonio.

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El Barça pagó a Enríquez Negreira alrededor de 7,3 millones de euros en diversos servicios e informes que elaboraban supuestamente tanto José María Enríquez como su hijo Javier a través de diversas empresas. La entidad azulgrana y sus últimos presidentes están siendo investigados por presuntos delitos de corrupción deportiva y soborno. El juez Joaquín Aguirre, titular del juzgado de Instrucción número 1 de Barcelona, ha añadido un presunto delito de cohecho por asimilar la condición del exdirigente arbitral a la de un funcionario público.

Enríquez Negreira iba acompañado de su mujer y de su abogado y a 50 metros de la entrada ha tropezado y ha caído a al suelo pese a que se apoyaba en su esposa. Se ha levantado del suelo con la ayuda de ella y ha continuado caminando hasta el edificio donde se está sometiendo a la revisión sin daño ni molestia aparente.

Alegato de «demencia leve»

El antiguo árbitro, de 78 años, alegó un principio de demencia en el comienzo de la investigación. La Agencia Tributaria le denunció por irregularidades en el IVA e IRPF y posteriormente detectó posibles delitos de falsedad documental, administración desleal y corrupción en los negocios.

La defensa de Enríquez Negreira, que luego cambió de abogado, presentó un informe de un centro médico barcelonés, que catalogó la demencia de «leve». Con la revisión de este martes practicada por los forenses, se certificará si el deterioro cognitivo que alega le permitirá ser interrogado y le incapacita para afrontar el proceso penal.