El presidente de honor del Bayern Múnich, Uli Hoeness, ha sido llamado a declarar en el proceso que se sigue contra antiguos responsables de la Federación Alemana (DFB) por presuntas irregularidades en torno al campeonato del mundo de 2006 celebrado en Alemania.

Todo el escándalo gira en torno a 6,7 millones que llegaron a las cuentas del funcionario catarí Mohamed Bin Haman y que Franz Beckenbauer había recibido como préstamos del empresario francés Robert Louis-Dreyfous. Posteriormente la DFB retornó el dinero a Louis-Dreyfous y lo declaró como gasto extraordinario, por lo que ahora sus antiguos responsables afrontan un proceso por fraude fiscal.

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La pregunta central hasta ahora ha sido para que era ese dinero. Inicialmente se dijo que era el aporte de la DFB a una gala de inauguración que a la postre no se celebró. Después se argumentó que era un pago de la DFB como condición para luego recibir aportes de la FIFA para la organización del Mundial.

También se ha apuntado a un posible soborno de Bin Haman para conseguir su voto para obtener el Mundial.

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Hoeness, que no estuvo involucrado en la organización del Mundial, dijo en una entrevista por televisión en 2021 que él sabía a que habían sido destinados los 6,7 millones y por eso ha sido llamado a declarar.