Los estadios de los grandes equipos de Europa reciben cientos de turistas todos los días en los tours que los llevan a recorrer hasta los vestuarios donde se cambian sus ídolos. Quienes programan el viaje con algo de suerte y se mueven para conseguir entradas hasta tienen la chance de poder ver algún partido en un viaje a las capitales del Viejo Continente, y eso sin dudas ocurrió este domingo.

Además de los miles de hinchas que van al Bernabéu a ver al Real Madrid cada vez que juega de local, muchísimos turistas de distintas partes del mundo fueron testigos del histórico 3-2 del Barcelona con el gol de Messi en la última jugada del partido. Lo que nadie imaginaba era que un hincha con la camiseta del Real Madrid iba a festejarlo como si el que hubiese convertido era Cristiano, pero en la era de la globalización futbolística todo puede suceder.