Sapucaiense y el Farroupilha jugaban su partido por la segunda división del Campeonato Gaúcho, uno de los torneos regionales más populares de Brasil. Marlon Natanael de Lima Alexandre estaba en el banco de suplentes del Sapucaiense cuando ingresaron detectives al campo de juego a los 15 minutos de iniciado el partido y lo detuvieron delante de sus compañeros y el público presente.

«Él venía siendo investigado por nuestra comisaría por un secuestro exprés de una persona abordada en un centro comercial y que fue mantenida retenida mientras usaban sus tarjetas de crédito para compras», explicó el comisario César Carrión, de la Comisaría Segunda de Policía Civil de Porto Alegre, citado en el comunicado de la institución.

«La detención se produjo tranquilamente dentro del estadio. El club defendido por el preso no tiene ninguna relación con los crímenes investigados. Incluso sus dirigentes colaboraron con la policía en el momento de la detención», aseguró el comisario.

De Lima Alexandre negó las acusaciones ante los periodistas que lo esperaban en la comisaría y aseguró que vive de su salario como futbolista profesional. «Es lamentable que un futbolista participe en la clandestinidad de crímenes. Él tiene un salario de más de mil reales (unos 320 dólares) mensuales y podía tener un futuro brillante», aseguró Carrión.