Este miércoles arranco el nuevo Barcelona de Ernesto Valverde

La plantilla es prácticamente la misma que hace mes y medio cuando acabó el pasado ejercicio. En estas seis semanas, los movimientos han sido escasos y en ningún caso ilusionantes.

Bartomeu se estrella una y otra vez con sus principales objetivos para reforzar el grupo. El PSG ni se sienta a hablar con el Barcelona del traspaso de Verratti. Confían en que al final del verano los franceses den su brazo a torcer, pero la realidad es que a día de hoy la operación está bloqueada.

Lo mismo se puede decir del segundo gran objetivo del mercado que es Héctor Bellerín. Wenger tampoco quiere oír hablar de traspaso y el Barcelona, al igual que en el caso de Verratti, espera el empujón del futbolista para romper la barrera del club. Empieza a sonar el nombre de Azpilicueta por si pintan bastos.

Te puede interesar: Messi y Luis Suárez se retan en la piscina

Sorprende que el Barcelona se esté lanzando a por un futbolista como Paulinho. Un trotamundos de 29 años que no ilusiona en absoluto a la afición. Y todo hace indicar que la operación no se va a cerrar porque el Evergrande no vende. Otra que se le atraganta.

Fichaje sí que hay y se llama Deulofeu. El único refuerzo hasta el momento es un futbolista criado en la casa y por el que se han pagado 12 millones. Y a nadie se le escapa que el delantero no quería venir porque se huele muchos partidos en el banquillo.

El capítulo de salidas se limita a Mathieu. Otra operación difícil de digerir. El francés se va al Sporting de Portugal dejando un agujero de cinco millones en el balance del club.