No sólo por recuperar líquidos, sino porque facilita la recuperación de los músculos

Barcelona, España

Según el profesor de Fisiología del Ejercicio INEFC de Medicina de la Universidad de Barcelona, Joan Ramón Barbany, esto se produce gracias al efecto antioxidante que tiene la cerveza. Los dolores abdominales tienen su origen en un proceso oxidativo “muy importante” de la fibra muscular, un proceso que se contrarresta con el consumo de cerveza. Independientemente de si es con o sin alcohol, eso sí, este profesor de fisiología recomienda tomarla siempre de forma moderada.

Al igual que dolores abdominales , la fatiga muscular también podría tener su origen en un proceso oxidativo por lo que esta bebida también podría frenarlo.

Por su parte, Manuel Castillo-Garzón, catedrático de Fisiología Médica en la Universidad de Granada, señala que además, tras realizar ejercicio, principalmente en verano con altas temperaturas, se necesita calmar la sed algo que la “frescura y las burbujas” de la cerveza hacen, y que también “se necesita sabor”, una característica que el agua no tiene.

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Respecto a la presencia de alcohol en la cerveza, el catedrático explica que la posibilidad de padecer una enfermedad cardiovascular en personas que no beben cerveza es mayor a la de cualquier persona que sí lo hace, eso sí, siempre recomienda el consumo moderado.

“El alcohol se liga a un receptor que es el mismo al que se ligan las sustancias que nos tranquilizan, como los barbitúricos, y este efecto relajante, que nos permite hacer frente a la situación de estrés, es favorable para la salud”, explica Catillo-Garzón.

Después de hacer deporte, beber una cerveza, tanto si es con alcohol como sin alcohol, ayuda a recuperar las pérdidas hídricas en medidas similares a las del agua. Durante el ejercicio el cuerpo pierde agua y electrolitos a través del sudor, por lo que después es importante rehidratarlo. Algunas personas optan por las bebidas deportivas, que contienen electrolitos como el potasio y el sodio. Sin embargo, a pesar de que contiene menos sodio, la cerveza puede actuar de forma similar a muchas bebidas deportivas. Contiene malta, agua y no lleva grasas. Su contenido en calorías y proteínas es muy bajo, mientras que posee un alto contenido de micronutrientes como el potasio o el fósforo

De hecho, este es uno de los beneficios más valorados por los deportistas. Así nació el movimiento Beer Runners, en 2007 en Filadelfia (Estado Unidos), cuando un club de corredores de la ciudad, los Fishtown Beer Runners, descubrió un estudio que revelaba que la cerveza, en dosis moderadas, puede contribuir a la recuperación de la hidratación del deportista después de hacer ejercicio. En España ya hay más de 22.000 beer runners que quedan para correr y después tomar una cerveza en compañía.

No obstante, no hay que olvidar que la cerveza contiene alcohol, el cual sí que provoca algunas contraindicaciones. El alcohol genera la necesidad de ir con más frecuencia a orinar, lo que no es bueno para la rehidratación después de haber practicado deporte.