Para el directivo del Marathón, Rolin Peña espera que la Liga Nacional determine cuando se juega los minutos restantes y el segundo partido

 

 

Por: Selvin Pineda

San Pedro Sula, Honduras

Para Rolin Peña, directivo del Marathón el problema en el estadio Francisco Morazán tiene nombre y apellido, Armando Castro el árbitro central que dirigió 72 minutos del clásico sampedrano.

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“Aquí no hay garantías de seguridad para ningún equipo de la Liga Nacional, no podemos exponer a los jugadores, a la afición y a todos, cuando se dan estos actos violentos en las canchas deportivas del país”.

Para el gerente de los verdolagas, el árbitro Armando Castro no fue capaz de poner orden en el juego y pitó un penal inexistente que al final se comprobó en video que no fue falta.

“El árbitro tiene la culpa de todo, él fue el único que provocó todo esto, muchas fallas garrafales de los hombres de negro, no vamos a jugar todavía, vamos a ver que nos dice la Liga Nacional”.

Mientras el presidente del Real España Elías Burbara dijo no estar a favor de los actos vandálicos que arruinan los partidos de fútbol en Honduras, es urgente hacer un alto en todo esto.

“Es lamentable lo sucedido, no se tiene que volver a repetir esto, por el bien del fútbol hondureño, necesitamos que exista la paz en los estadios del país, exigimos más seguridad”.

Por su parte el portavoz de la Policía Nacional a nivel noroccidental el comisario Jorge rodríguez, dijo que la Policía Nacional evitó el enfrentamiento entre las barras del Real España y Marathón.

“Fue oportuna nuestra participación en separar las barras, sino esto se pudo haber convertido en una tragedia para Honduras, no es culpa de la policía, es culpa de los líderes que dirigen estas barras”.

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El comisario de seguridad de la Liga Nacional Cristóbal Romero mencionó que en el Estadio Francisco Morazán había 200 policías para imponer el orden en el clásico de San Pedro Sula.

“Creo que la situación del país tiene a todo el mundo en tensión y provoca estas reacciones, pero me parece que hubo exceso en la policía en lanzar los gases lacrimógenos”.