Fuera de Copa del Rey y con la Liga perdida, el entrenador francés perdió el rumbo del equipo merengue

Tegucigalpa, España

En agosto del 2017 el Real Madrid dio una exhibición futbolística al eterno rival que hacia a muchos soñar con el inicio de la era blanca que llevara al club a lo mas alto de la élite europea, una superioridad en goles y juego que deslumbro a propios y extraños en un año donde el club gano 5 títulos en 6 meses.

En enero del 2018 ese mismo equipo está a 19pts del Barcelona en la Liga Santander y eliminado de la Copa del Rey por el modesto Leganés en el mismísimo Santiago Bernabéu y con el temor de enfrentarse al PSG de Neymar y compañía dentro de dos semanas en la UEFA Champions League.

Lo que le acabo de contar parecen dos historias distintas pero en realidad son dos gotas de agua de un mismo grupo de jugadores y digo grupo porque equipo hace mucho que dejo de serlo en el campo.

El Real Madrid atraviesa una crisis total, absoluta y rigurosa, es una constelación de estrellas que se apaga poco a poco y no descarto que ya se haya apagado por completo, en el césped se mira un equipo sin alma, sin hambre de mas, pareciera que a alguien se le fue de las manos esta situación… Si, lo sé, usted dijo en su cabeza el mismo nombre.

En realidad el mayor responsable es irónicamente el mismo que consiguió todo lo que le conté en el primer párrafo de este artículo: Zinedine Zidane.

Nadie discute la capacidad de Zidane para llevar las riendas del Madrid, fue una leyenda como jugador y ya es leyenda como entrenador pero en estos últimos meses sus decisiones han transformado al Madrid en un equipo predecible y poco efectivo y sin la casta que caracteriza a un equipo como el Real.

Decisiones que aunque parezcan simples son importantes, decisiones que en su momento parecieran correctas hoy no lo son, Zidane tuvo visión a corto plazo… Ya desde ahí cometió un error.

Decisiones como dejar ir a jugadores como James Rodríguez que hoy es figura absoluta en el Bayern Munich o Álvaro Morata que brilla en el Chelsea y es su goleador, dos jugadores que le funcionaban como revulsivo en momentos puntuales de la temporada, incluso la salida de Pepe es cuestionable, era un líder que hoy aparte de Ramos no se tiene en defensa.

Decisiones como no dar descanso a los titulares, como Marcelo o Modric que lo juegan todo y así uno tras otro de los grandes cracks acumulan minutos sin poder descansar, el año pasado había dosificación para todos, este año no la hay para nadie.

El equipo de Zidane tiene un esquema definido (4-3-3) pero no un estilo, este Madrid no juega a nada, a veces al contragolpe, otras a tener la pelota y otras a ninguna de las dos, no existe una idea futbolística y eso es netamente culpa del entrenador.

Además de esto último,Zidane esta «casado» con los que el considera sus jugadores predilectos, como es el caso de Karim Benzema que juega por decreto, porque hace mucho dejo de tener peso en el equipo, sin embargo para Zidane no tiene discusión.

Pero la decisión que más ha afectado a Zidane es justamente no tomar decisiones, no corrige lo evidente y no acepta sus errores ,ya no transmite paz y calma porque el es consciente que ya no la tiene, volvió a encender el incendio que el mismo apago cuando llego tras la era de Rafa Benítez, se ha transformado en un entrenador obstinado y terco y no es lo mismo morir con una idea que dejar que esa idea te mate y lamentablemente para Zidane hay una decisión que ya no puede tomar: Tener más tiempo.