El capitán de los aurinegros hace una reflexión para los hinchas y dice que si esto no merma la gente no volverá a los estadios

Por Selvin Pineda

San Pedro Sula, Honduras

El derbi sampedrano siempre termina con incidentes que lamentar y el sábado no fue la excepción, Nuevamente presenciamos escenas desagradables marcadas por la violencia.

No hay paz en las graderías, no hay paz en el campo, no hay paz en las bancas, parece que el buen fútbol que ofrecen Real España y Marathón, se convierte al final en una pesadilla para todos.

El capitán del Real España Alfredo Mejía, no puede esconder su preocupación por estas situaciones peligrosas que se viven en el clásico de San Pedro Sula.

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«Debe parar la violencia en los clásicos antes que la cosa se salga por completo del control de las autoridades, como jugador me siento apenado con el público, hay que cambiar esto, antes que nos cobije una gran tragedia».

Mejía mencionó que lo único que lograrán con todo esto es que las personas se ausenten de los estadios y eso no le conviene a nadie. «De seguir esto la gente no volverá a los clásicos, por más que se haga publicidad los aficionados optarán por no regresar a presenciar el derbi. Debe empezar una campaña que promueva la paz y tranquilidad en los estadios del país».

Por su parte Iván López aseguró que ellos le pidieron a los hinchas españolistas que no invadieran el campo, pero no hicieron caso. «Queríamos controlar a los aficionados, que regresarán a su sitio para que no dañaran el espectáculo, pero fue imposible».

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Para Jairo Puerto urge que las autoridades que rigen el balompié catracho inicien una acción de no violencia en las canchas deportivas del país. «No debe seguir esto, alguien debe pararlo, nosotros como jugadores pedimos a la afición de Honduras un buen comportamiento a la hora de estos encuentros».

Real España deberá visitar el estadio Yankel Rosenthal en la segunda vuelta, los aficionados deben ir a divertirse y no a pelear, ellos mismos deben cambiarle el rostro al clásico de San Pedro Sula, cero violencia.